miércoles, 22 de julio de 2009
sábado, 11 de julio de 2009
Coro de la Casa de la Cultura en Puebla - México
En la Iglesia de Atlixco
Con la Presidenta Municipal Blanca Alcalá
Concierto de GalaPuebla es una ciudad que flota en el tiempo. Señorial y antigua, es posible que de repente, al virar una esquina, te encuentres en otra época, entonces todo parece ahí detenido, esperando sin apuro que la descubras para brindar una fragancia hospitalaria, añeja y elegante.
Su gente es generosa y amable y para muestra sale al paso la incansable Ivonne Ponce que nos habla suavemente, guiándonos a todos los del coro desde que pisamos esta maravillosa tierra mexicana con una devoción infinita para mirar las cosas, como decía el poeta José María Egas. Estaríamos perdidos sin ella.
Y después está el vital e intenso Jorge Altieri Hernandez, creador del Festival Mundial de Coros, El Mexicano por excelencia. En cada acto, en cada actitud, en cada palabra está implícito el gesto “mi casa, es su casa”, siéntate a lado de él y no te sentirás un extraño.
El jueves 9 de julio llegamos a Puebla, cansados porque estamos desde las 3 de la mañana esperando para subirnos al avión, pero ya en la tarde estábamos cómodamente instalados en el Hotel Best Western de Puebla y al día siguiente, por la noche dimos nuestro concierto de gala, donde un público maravilloso, nos ovacionó de pie, cosa que nunca deja de sorprendernos. Memento mori
Su gente es generosa y amable y para muestra sale al paso la incansable Ivonne Ponce que nos habla suavemente, guiándonos a todos los del coro desde que pisamos esta maravillosa tierra mexicana con una devoción infinita para mirar las cosas, como decía el poeta José María Egas. Estaríamos perdidos sin ella.
Y después está el vital e intenso Jorge Altieri Hernandez, creador del Festival Mundial de Coros, El Mexicano por excelencia. En cada acto, en cada actitud, en cada palabra está implícito el gesto “mi casa, es su casa”, siéntate a lado de él y no te sentirás un extraño.
El jueves 9 de julio llegamos a Puebla, cansados porque estamos desde las 3 de la mañana esperando para subirnos al avión, pero ya en la tarde estábamos cómodamente instalados en el Hotel Best Western de Puebla y al día siguiente, por la noche dimos nuestro concierto de gala, donde un público maravilloso, nos ovacionó de pie, cosa que nunca deja de sorprendernos. Memento mori
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